domingo, 25 de marzo de 2012

AGAETE

Municipio situado a 36, 2 kilómetros de la capital provincial e insular, en una altitud media de 43 metros sobre el nivel del mar, y de 45,50 kilómetros cuadrados de superficie que representa el 2,9% del total de la isla. Topónimo aborigen.

En la época prehispánica constituyó un asentamiento poblacional que explotaba agrícolamente los recursos de los cauces de los barrancos de Guayedra y Agaete, con agrupaciones más importantes en el primero, lo que confirma la gran cantidad de yacimientos arqueológicos en la zona. Ya en los tiempos de la conquista de Gran Canaria, sucedida a finales del s. XV, se llevó a cabo una importante incursión a través del puerto de Las Nieves, con el fin de completar la conquista de la zona norte de la isla. Las crónicas de la Conquista hacen referencia al poblado principal del bando o cantón aborigen asentado en el actual término municipal de igual denominación, en la banda de poniente de la isla. El topónimo prehispánico aparece como Lagaete durante todo el período moderno, para retornar posteriormente a su primitivo origen. 

Vista (Ayuntamiento)
Las investigaciones arqueológicas realizadas hasta el momento sobre un patrimonio que ha sufrido un deterioro continuado a lo largo de los siglos, atestiguan la riqueza de su sociedad aborigen. Destaca la gran necrópolis del Maipés de Agaete, con más de un millar de túmulos, cuyo trazado reproduce el modelo tumular característico de las áreas de malpaís. El segundo enclave arqueológico se encuentra en el Valle y en Guayedra, donde se han aislado los distintos modelos de ocupación del territorio: hábitat en viviendas de superficie y en cuevas naturales, así como cuevas funerarias y enterramientos tumulares. Por último, otros conjuntos de gran interés son las cuevas de habitación de El Juncal y del Moro, esta con arte rupestre, o la de Bisbique. con silos o graneros abiertos en la roca.

El conquistador Pedro de Vera dispuso la construcción en Agaete de una torre o fortaleza desde la cual someter la resistencia indígena en una maniobra de tenaza que supondría el principio del fin de la resistencia de los canarios. Al frente de esta casa-fuerte se puso a Alonso Fernández de Lugo. Concretamente en el año 1481, la Villa constituyó un enclave crucial desde el cual los castellanos, a través de su puerto natural, el conocido hoy como Puerto de las Nieves, conquistaron la isla. Este puerto fue el elegido por los castellanos para arribar sus flotas y proceder al apresamiento del Guanarteme de Gáldar, jefe aborigen con gran preponderancia política en todo el centro y oeste insular, que los europeos identificaron con un rey por el modo de gobernar. 


Casa Fuerte (Bienmesabe-org)
Esta torre fortificada sirvió como base de operaciones y más tarde se la denominó Casa Fuerte o Torre Fortaleza. La citada torre tuvo como primer alcaide a Alonso Fernández de Lugo, futuro Adelantado de Tenerife y La Palma, cuya gesta más importante fue la captura negociada del guanarteme de Gáldar, Thenesor Semidán, quien, posteriormente, fue bautizado con el nombre de Fernando Guanarteme por los Reyes Católicos y ejerció el papel de mediador entre los castellanos y los canarios.


Tras la Conquista, que finalizó en 1483, Alonso Fernández de Lugo fue erigido como alcalde de Agaete y gobernador de esta zona. Fue la devoción a la Virgen de las Nieves, traída por el propio Fernández de Lugo, la que más tarde dio nombre al lugar, Puerto de Las Nieves. En el repartimiento de tierras, recibió la familia de Alonso las mejores tierras y más ricos manantiales de este valle.
Ermita S Sebastián (Infonortedigtial-com)

La llegada del genovés Antón de Cerezo y su hijo Francisco Palomares a Agaete lo fue por la compra que hicieron de los viñedos e ingenios azucareros de Alonso de Lugo.
Por real orden del 28 de diciembre de 1493, Alonso de Lugo obtuvo licencia para la conquista de Tenerife y financiación para el primer desembarco, realizado en marzo de 1494, del genovés Francisco Riberol, al que hizo partícipe de los beneficios de dicha conquista. Habiendo fracasado en este primer intento, buscó nuevamente financiación para un segundo desembarco y, en Sanlúcar de Barrameda, llegó a un compromiso con Juan de Guzmán, Duque de Medina Sidonia, garantizándole la mitad del botín en la conquista.

Francisco Riberol, habitual del puerto de Sanlúcar, no tardó en enterarse y, dándose por estafado, firmó requerimiento contra Alonso de Lugo, que le fue notificado en la Villa Real de Las Palmas. Para salir del apuro, vendió su propiedad en el valle de Agaete, plantada de caña dulce y frutales, con «cerramientos», «portones», vivienda, molino de pan, cuadras, ingenio, 200 arrobas de azúcar y 40 de confites en el almacén, a un mercader genovés residente en Valencia, quien compró a censo de 650.000 maravedís anuales, en moneda canaria, que pagaría directamente a Riberol. Extendió la escritura Gonzalo de Burgos, notario en Gran Canaria. La buena marcha de la actividad azucarera permitió la rápida repoblación de la zona, debido a la demanda de mano de obra tanto asalariada como esclava y, por otro lado, conectó el Puerto de las Nieves con los mercados europeos, especialmente con Holanda por el comercio del azúcar.



Huerto de las Flores (Fedac)
La venta de las tierras en Agaete serían confirmadas el 28 de febrero de 1496 cuando el comprador se obliga a pagar los compromisos de Alonso Fernández con los Riberol: «... Confirmación de la venta que Alonso de Lugo, gobernador de Tenerife y La Palma, hizo a Francisco Palomar, mercader genovés, vecino de Valencia, de noventa fanegas de tierra, un ingenio de azucar y un molino de pan en Agaete, con la condición de que éste pagase anualmente doscientas arrobas de azucar y cuatro arrobas de confite a Francisco de Riberol, marcader genovés. Van insertas la carta de merced a favor de Alonso de Lugo y la carta de venta, sus fechas: Santa Fe 20 de febrero de 1492, la merced; Real de las Palmas 9 de agosto de 1494, la carta de venta » (AZNAR VALLEJO, E.: Documentos canarios Registro General del Sello (1476-1517), Sta. Cruz de Tenerife, 1981).

A partir del siglo XVI, Agaete fue escala forzosa de las naves con destino al norte de Europa. En el s. XVII el asentamiento está tan consolidado que hasta el alcalde real se dedica al arrendamiento de casas. Existe una escritura del año 1656, donde el capitán Alonso Imperial, alcalde de Agaete y rentista de la zona, decía tener cuevas de morada en el cortijo del Carrizal de Tejeda, casa alta en Agaete y tres terreras al lado de la última. Tras este período de esplendor, Agaete sufre una crisis de exportaciones azucareras que dura dos siglos, concretamente hasta el XIX. Es en este siglo cuando vuelve a vivir otra gran época de esplendor comercial, especialmente por la introducción de la cochinilla y el tomate. Además, la construcción del muelle favorece el comercio con el resto de las islas.


Localización (Espacios Naturales Gran Canaria)


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