sábado, 15 de septiembre de 2012

TIRMA, MONTAÑA DE (ARTENARA)

Topónimo con el que se conoce el macizo situado en el poniente de la isla, entre el septentrional Macizo de Tamadaba y el meridional Tifaracás que linda con la cuenca del barranco de La Aldea.

Dice del mismo Abreu y Galindo que «… Es uno de los dos riscos muy altos (Tirma y Humiaga) (…) donde iban en procesiones en sus necesidades, y sobre los que hacían el juramento sagrado que tenían que cumplir.

En ellos adoraban a su dios (Alcorán) alzando las manos juntas al cielo. Cuando faltaban los temporales (lluvias), iban en procesión con varas en las manos, y las magadas (harimaguadas o sacerdotisas) con vasos de leche y manteca y ramos de palmas. Iban a estas montañas y allí derramaban la manteca y leche, y hacían danzas y bailes y cantaban endechas en torno de un peñasco; y de allí iban a la mar y daban con las varas en la mar, en el agua, dando todos juntos una gran grita…» (ABREU Y GALINDO, J.: Historia de la conquista de las siete islas de Canaria, Sta. Cruz de Tenerife, 1977).
Montaña de Tirma (Patrinet)
En época prehispánica se localiza en este lugar una de las agrupaciones de población de bosque, con poblados de casas construidas en torno al llano de Tirma, próximo al Pinar de Tamadaba, posiblemente dependiente de la agrupación poblacional de La Aldea o Agaete, basada en una economía pastoril y agrícola de bajos recursos.

Al margen de su belleza paisajística y de su riqueza natural, es este lugar uno de los accidentes de la geografía insular más emblemáticos para los antiguos canarios: el santuario de la Montaña de Tirma. Las crónicas indican que la Montaña era uno de los lugares santos a los que acudían en procesión las harimaguadas para rogar por la lluvia.
Varios yacimientos (Patrinet)
También se supone que el lugar sagrado acogía a los perseguidos que, al parecer, mientras estuvieran en su interior, permanecían a salvo de castigo. La mayor parte de las aperturas de los muros que sirvieron como acceso a las casas se encuentra orientada al sur, al abrigo de los vientos dominantes.
Lomo de Las Casillas (Patrinet)
Al abrigo del Morro de los Canarios, en una pequeña elevación con óptimas condiciones de habitabilidad, se localiza el Lomo de las Casillas Canarias.

Muy cerca de este lugar se encuentran dos construcciones, una de las cuales es seguramente la casa aborigen mejor conservada de la isla, pudiéndose apreciar su perímetro exterior, sus muros e incluso sus enormes vigas de sabina, que mantienen la techumbre.
La casa mejor conservada (Patrinet)
Reutilizada hasta hace poco como gallinero, prospecciones realizadas recientemente han permitido concluir que se trata de una vivienda aborigen prácticamente intacta, la misma que Víctor Grau-Basas (médico e historiador catalán, cofundador y primer conservador del Museo Canario) describió en el siglo XIX. 
Llano de la Pimienta (Patrinet)
En las laderas que miran hacia el roque Faneque y la playa del Risco, aparecen varias zonas de inhumaciones funerarias. Es el caso del Llano de la Pimienta, donde se observan diversos túmulos. 

Otro aspecto muy singular de todo este yacimiento es que se observan grandes piedras hincadas, a modo de hitos o mojones que delimitan el santuario, normalmente rodeados con un círculo o varios anillos concéntricos de piedra.


Localización (Espacios Naturales de Gran Canaria)

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