miércoles, 3 de abril de 2013

GIGANTE, DEGOLLADA DEL (TEJEDA)

Actualización: 2013/03/19
Topónimo con el que se conoce la degollada o paso pastoril entre el Morro de la Negra y la montaña del Solapón de la Carnicería, entre el Cortijo de Pajonales y Las Ñameritas.


Nos encontramos ante otro topónimo que tiene sus orígenes en las leyendas perdidas, parecidas a las que se cuentan de las Cuevas del Gigante (Agüimes) y de la Sepultura del Gigante (Santa Lucía de T.), en este caso con mayor contenido de criminalidad cuando fueron contadas a PATRINET por los lugareños de los pagos cercanos de Carrizal, Juncal, Timagada y El Toscón.
Vista (Patrinet)

Más recientes que aquellas, se remontan a los años posteriores a la Conquista, que al encontrarnos en la "parte de atrás de la isla" convivieron hasta el siglo XVIII las culturas aborigen y castellana siguiendo los patrones de reservar este territorio con aprovechamientos pastoriles a los naturales canarios.


La leyenda dice de la presencia en el lugar de un canario gigante que se negó a aceptar el bautizo que obligaba a las costumbres sociales y las prácticas religiosas de los castellanos que arbitraban así la evangelización de las tierras insulares  conquistadas. Vivía en compañía de una mujer de raza negra, quien daría lugar al topónimo del Morro de la Negra, teniendo su sustento en los aprovechamientos agrícolas y pastoril, además de los productos que generaba el pinar.


Como se había granjeado la enemistad de los nuevos colonos que le temían por su gran tamaño y la destreza que tenía con un "quejo" para atacar a los intrusos visitantes, se cuenta que algún colono le tendió una trampa embaucándolo al narrarle como Jesús había sido atado a la cruz, y le convenció para que se dejara atar a un árbol. Cuando estuvo amarrado los otros colonos que estaban escondidos lo mataron, enterrando su cuerpo en la tumba de piedra que aún se conserva. Este crimen ocurría en el llamado Solapón de la Carnicería.
Otra vista (Patrinet)

Aparte de las circunstancias que dieron lugar a la creación de los tres topónimos que tristemente reviven los hechos que cuenta la leyenda, todo el conjunto contiene importantes vestigios arqueológicos entre los que se cuenta un tagoror de factura constructiva similar al de El Gallego de Sta. María de Guía.


Según los informes arqueológicos realizados por el comisario de Patrimonio Sebastián Jiménez Sánchez (1945-1948) y las realizadas en 1989 por Patrinet, existen tres estructuras muy arruinadas de piedra. La primera de planta compleja, presenta paredes rectas formando esquinas en su interior, que podría haber sido una vivienda.

La segunda también de piedra seca, de planta indescriptible dado el grado de derrumbe, es probable que sea el tagoror que había descrito el mencionado comisario cuarenta años atrás.


Hay una cista de piedra, de planta rectangular, que conserva las piedras hincadas del cajón funerario, sin las tapas y estructura superior, enterramiento que la tradición popular identifica como la tumba del gigante, localizándose además una piedra a modo de pequeño menhir de 50 centímetros de largo que podría constituir una estela funeraria. Los vecinos del Juncal la identifican como el "quejo del gigante", especie de instrumento de guerra que lanzaba a grandes distancias.


La cueva conocida como Solapón de la Carnicería, es una cueva natural de grandes proporciones, en cuyo interior surgía una fuente de agua dulce. La cueva contiene relleno y restos de una hoya carbonera. Asociado a este conjunto se localiza un grupo de pequeñas cuevas de enterramiento que podrían estar intactas dado que conservan muros de cierre de una sola hilada. 




Localización (Espacios Naturales de Gran Canaria)

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