viernes, 13 de mayo de 2016

GUSANO, BARRANCO, BARRANQUILLO, CAÑADA, LLANOS, LOMO, MONTAÑA Y PUENTE DE/L (MOYA, STA Mª DE GUIA, MOGÁN Y S. BARTOLOMÉ DE T.)

Aparecen un interminable número de topónimos que obedecen a la geología del territorio, cuyos accidentes orográficos reciben singulares "canarismos" que identifican elevaciones, depresiones o neutrales llanos en todas sus variantes, además de cavidades de todo tipo.

El Gusano Guía-Moya (Adela Gavares)
Y como parte integrante de los geo-topónimos, nos encontramos los morfológicos, que nos dicen de la forma, tamaño, aspecto o semejanza con algún elemento o materia muerta, pero en contados casos -por no decir ninguno- que hagan referencia a un ser vivo, como es el caso del “gusano”.

El serpenteante Barranco Gusano
Guía-Moya (IDE Gran Canaria)
Y en los tres lugares que encontramos el topónimo “gusano” en nuestra isla redonda, lo es asociado y dado a un barranco, barranquillo o cañada, y por extensión a los derivados próximos a los mismos. Es así precisamente, porque sólo el agua puede llegar a generar un cauce que vaya serpenteando suavemente el relieve que encuentra a su paso aguas abajo, para salvar la resistencia de los suelos más duros, para al final llegar al barranco principal al que tributan sus aguas. Y así surge el topónimo de “gusano”, desde la visión humana del suave contoneo de su cauce, prescindiendo de llamarlo “meandro” porque son palabras mayores para cauces mayores, para cauces de ríos de los que no tenemos en las islas por su tamaño.

Sencillamente, porque esos pequeños cauces en su descenso se asemejan a un pequeño ser vivo que conocemos por “gusano”, en las tres acepciones que nos aporta el DRAE «1. m. Nombre común que se aplica a animales metazoos, invertebrados, de vida libre o parásitos, de cuerpo blando, segmentado o no y ápodo. 2. m. Nombre de las larvas de cuerpo blando, alargado y cilíndrico de muchos insectos y de las orugas de los lepidópteros. 3. m. lombriz».

En ninguno de los casos nuestro topónimo está asociado a la 4ª acepción del DRAE «despectivo. Persona vil y despreciable», porque este es dado a los seres humanos que se arrastran por el fango de su vida, mientras que el “gusano” de nuestros topónimos, no se arrastra, se desliza suavemente aguas abajo para dar vida a la tierra que encuentra a su paso.

Probablemente su forma fue apreciada cuando se pintaron las primeras telas con las cartas del lugar, o quizás más simple, cuando la panorámica era contemplada desde una montaña, detalles que hombres y mujeres del campesinado fueron capaces de percibir mientras pastaban sus rebaños. Porque ellos nunca tuvieron prisas, y como su tiempo no era para medirlo, pues era para vivirlo intensamente cada día, contemplaban la naturaleza que les rodeaba reparando en todos sus pequeños detalles.

MOYA y STA. Mª DE GUÍA

Ya lo decían Juan Rodriguez de Orihuela y Cristobal de Orihuela cuando el 20 de marzo de 1544 pidieron las datas de esta tierra «… donde dizen el barranco del Pinal las quales tierras son de sequero montuosas de helechares e otro monte, en que puede aver dozientas fanegadas poco mas o menos que alyndan por la parte de abaxo con la montaña e por arriba con el pinal de Galdar, el dicho valle arriba aguas vertientes de una parte e otra todo lo que pudiere aprovechar en el dicho barranco con mas unas cuevas que estan en el dicho barranco abaxo e otras dos arriba en un lomillo, e dándonos las dichas tierras para que las embremos …» (RONQUILLO, M. Y AZNAR VALLEJO, E.: Repartimientos de Gran Canaria, Las Palmas de GC, 1998).

Vista (Rafael Peñate Navarro)
Pero eran muchos los colonos pobladores interesados en estas tierras, y cinco días después ya contradecía la petición Cristobal Gomez de Fexenal quien dijo «… se sembro parte dellas e cogio en ellas e hizo un sylo en ellas e demás desto por que son pastos comunes e las dexo de tornar a sembrar».  Después las contradijo Pedro de Baeça que alegaba «… las dichas tierras por ser como son pastos comunes e en esta vanda de Galdar ya no ay otra cosa para pastos por repartir sino esto …».

Y cuando fueron pregonadas el 30 de marzo de aquel año, fue Françisco Jaimez quien también las contradijo manifestando que «… las dichas tierras por ser de pastos comunes [roto] e rehadero de sus ganados ….», conquistador que llevó como testigos otros de su condición como Gonçalo de Aguilar, Arriete de Betancor, Luys de Herrera y Antonio Cherino.  El primero de ellos, Gonçalo de Aguilar, al enterarse de las tierras que pregonaban, también las contradijo. Y la noticia corrió, como corren los barrancos en invierno, y después apareció para lo mismo Fernando de Quintana, en nombre propio y el de sus hermanos, hijos y herederos de Juan de Sorya, todos aquellos que en la iglesia del Señor Santiago tenían reservados asientos en los primeros bancos, asegurando que «… dichas tierras e cuevas por que son suyas e las cuevas a syete años que las tiene e posee e mora en ellas e tiene puertas que el  fecho con su çerradura e llave e en  las tierras sembro e cogio e hizo un sylo e las desmonto …».

Cuevas (Fedac)
Al final, el poder local se imponía poniéndose de acuerdo entre ellos, para que el Cabildo General concediera a los Orihuela que habían pedido doscientas fanegadas, unas datas algo trucadas «… dieron a cada uno de los dichos Juan Rodriguez de Orihuela e Cristobal de Orihuela setenta e cinco fanegadas de tierras que son entranbos a dos çientos e çinquenta fanegadas adonde las pidieron …», eso sí condicionadas para que respetaran –al menos, en apariencias- el interés general,  el derecho al pastoreo común y el omnímodo poder de los caballeros de la villa de Gáldar, sentenciando «…syn perjuicio de terçero e con las condiciones de las tierras de sequero e syn perjuicio de la montaña e con que no pene ni corra los ganados e syn perjuicio de la data de Hernando de Quintana e que las aproveche conforme a las hordenanças …».

El Barranco Gusano tiene su nacimiento en la Hoya de los Helechos, entre el septentrional Lomo de Galeote y la meridional Cuesta de los Pinos [de Gáldar], en el lado de poniente de la Caldera de los Pinos. Aguas abajo al llegar a Los Culatones, al naciente de los Riscos Blancos, recibe el antiguo nombre de Barranco del Pinar, conformando ambos la frontera jurisdiccional entre los municipios de Sta. Mª de Guía y Moya que acaba junto a la Caldera de los Pinos.

El Barranco Gusano tiene un cauce descendente “serpenteante” que da origen a nombre teóricamente pastoril, y que se proyecta en homónimos en otros lugares próximos como Cortijo, Lomo, Montaña y Puente de Gusano.

De la propia descripción dada en los repartimientos antes dichos, son los pastos, las ovejas, su leche y el queso la gran esencia de su importancia, notoriedad y belleza. Es sabido que el queso de oveja se caracteriza por ser bastante graso, de olor y sabor intenso y entre más curado esté, más picante resulta al paladar.

«Los ganados del norte de la Isla comen muy variado; y en sus desplazamientos con los pastores, el rebaño va cambiando desde las medianías, a las costas del norte y del oeste de la Isla en invierno a las cumbres en verano, siempre en busca de los mejores pastos en cada época del año. El animal transmite a su leche la calidad de esa variedad en la alimentación, y con ella hacen las mujeres el queso de pasta bien prensada, que suele curarse en cañizos que cuelgan a la sombra, con una temperatura fresca y constante» (FEDAC).

Era de Riscos Blancos (Fedac)
No olvidemos que el queso es uno de los productos locales que más se consume en el Archipiélago, superando el consumo de otras Autonomías, que es parte de nuestra cultura culinaria, con un sobresaliente protagonismo tanto en los “pizcos” como en el “conduto”, donde acompañar al gofio escaldado con unos trocitos de queso es una costumbre histórica.

Las grandes obras maestras de nuestras tradiciones se deben a "especial destreza y paciencia" que tiene la mujer canaria por excelencia campesina, y como muestras de ella la loza canaria, los calados y la confección de quesos en todas sus variedades. Y un buen ejemplo lo tenemos en las queserías del Cortijo del Gusano, con sus protagonistas Juan Mendoza Mendoza y María Ascensión Díaz Delgado, auténticos artesanos del pastoreo y del queso de oveja.

Las manos de la entonces niña María Ascensión las ponía sobre la cuajada que hacía su madre “para que no se enfriase” y a los once añitos ya hacía ella solita sus primeros quesos en Fontanales, como lo ha seguido haciendo toda su vida, los últimos treinta y siete con la leche de las ovejas que su marido ordeñaba a mano en el Cortijo, y los ha venido haciendo curados o semicurados, después de heredar y engrandecer el arte que su madre le trasmitió. Ella hace a mano la cuajada, toda ella, y como bien dice, sólo en la última “pinta” pone encima la prensa, así cuatro o cinco quesos cada día, de seis o siete kilos, y después al cañizo, para darle vueltas cada día. Duro y paciente labor. En el año 2016 ha tenido el reconocimiento de todos sus vecinos en la Fiesta del Queso de Guía.

La actividad pastoril en la isla, no llegó con los conquistadores y colonos pobladores en el siglo XV, pues está documentado que los aborígenes la practicaban para su sustento y no se conoce si elaboraban quesos. Sí parece que con los primeros llegó el ganado ovino, pero los cruces históricos han tenido por resultado que la oveja canaria sea el premio a la buena selección que los pastores han realizado desde épocas remotas, con una excepcional adaptación a los ecosistemas de la isla, con sus particulares y cíclicas trashumancias, enriqueciendo la leche en olores y aromas exclusivos, como la tierra misma.

Vista (Rafael Peñate Navarro)
«... y tenía mucha leche y manteca de gofio, que es harina de sebada tostada, la qual ellos molían en unos molinitos de mano, y esta harina masaban con agua o cosina o leche, como lo amasaban oy dia todos los de las islas, y este era su pan …» (CRÓNICA MATRITENSE. Redacción Ortiz, 1526).

«... y aunque más usavan de lo asado y algunas bezes la freyan en camelas con manteca; a este guisado lo llamaban Camarona, demás desto comían mucho gofio, que hasían de harina de sebada tostada y la amasaban con leche y con el caldo de la olla, y otros la amasaban con agua y sal como oy lo hasen muchos de las yslas y lo comen, que éste era su pan cotidiano …» (CRÓNICA OVETENSE. Redacción Cardona, 1639).

«... su mantenimiento cebada tostada molida y amasada, su harina llamada gofio, con leche, caldo, miel silvestre agua y sal, carne medio asada y cruda, sancochada si era gruesa, para aprovechar la gordura o cebo, también mariscos, frutas silvestres, mocanes que es vaga negra, mayores que mirto, azofaifas, madroños colorados con muchas semillitas o granilla, y hanse de comer muy maduras, estando verdes imitan a el alcaparrón, y otras raices, como turmas, jongos, ñames, higos ásperos que no hay en España, son blancos por fuera y ásperos como cuero de casón, colorados por dentro y dulces cuando hay maduros, y guardando en sartas de juncos y apillados como panes majados y echos pellas  ...» CRÓNICA ESCUDERO. Redacción Cardona, 1639).

Localización en Moya-Guía (IDE Gran Canaria)

MOGÁN

La Cañada (Google Earth)
Muy cerca del caserío de Veneguera, al sur del Laderón de los Azulejos, encontramos la serpenteante Cañada de Gusano que desciende entre la Hoya del Corral y la Casa de la Cogolla hasta los Llanos homónimos, ya muy cerca del territorio protegido de La Cogolla de Veneguera, declarado Bien de Interés Cultural (BIC) por formar parte de nuestro Patrimonio Arqueológico.

Goro (Fedac)
Describe el decreto de aprobación del BIC  que «Se trata de un poblado aborigen formado por, al menos, siete casas de piedra seca, que se encuentran en parte muy alteradas, por lo que es difícil, en algunos casos, precisar la planta y morfología de las estructuras. Por lo general, éstas tienen planta exterior de tendencia circular e interior cruciforme o cuadrangular, con dependencias anexas. Se distribuyen en el sentido ascendente de la ladera y en algunos casos se ha rebajado el terreno para adosar a él los muros de la construcción. Los muros de las estructuras se encuentran en su mayoría muy derruidos, de forma, que tanto al interior como al exterior las estructuras aparecen cubiertas de piedras procedentes de un desplome.

La Cogolla de Veneguera (Gobierno de Canarias)
En los alrededores e interior de algunas de estas casas se ha localizado diverso material arqueológico en superficie, consistentes en fragmentos de cerámica, diverso material lítico (un fragmento de molino circular, un fragmento de mortero naviforme y obsidiana) y material malacológico» (DECRETO 39/2006).

Localización en Mogán (IDE Gran Canaria)

SAN BARTOLOMÉ DE TIRAJANA

Lomo La Palma (Octamila)
Barranquillo del Gusano, mostrando en menor medida su serpenteante cauce por ser más pequeño, es un tributario de naciente del barranco de Arguineguín que nace en el Lomo de la Palma y discurre en dirección de poniente hasta desaguar en el barranco principal, cerca del Lomo de Huesa Bermeja.

Presa de Soria desde el Lomo La Palma (Octamila)
El alto Lomo de Palma, encuadrado en un paisaje de viejas rocas que la naturaleza ha cincelado a su capricho, está al sur de la Presa de Soria contemplándose desde el mismo una bella estampa de todo el vaso.

Lomo Huesa Bermeja (Ayuntamiento SBT)
Por la carretera que lleva a Cercados de Espino, entre los pagos de El Caidero y Chira, se localiza el Lomo de Huesa Bermeja, al que se accede por una pista de tierra. La tradición oral sitúa aquí la localización de un cementerio de los canarios, lo que queda confirmado por las evidencias arqueológicas. De esta forma, a pesar de ser un lugar ampliamente modificado por las actividades humanas, aún es posible observar la existencia de restos óseos y construcciones funerarias.

Localización en San Bartolomé de T. (IDE Gran Canaria)

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