lunes, 26 de marzo de 2012

AGUATONA, VEGA DE (INGENIO)

Actualización: 2012/10/31
Topónimo aborigen. En la antigüedad era conocido con este topónimo una muy amplia zona de cuantas conforman el territorio de Ingenio, comprendiendo tierras en su mayoría de regadío. Delimitada por los barrancos de Aguatona y Guayadeque por el Norte y Sur respectivamente, la llamada «Acequia Alta» por el Oeste, y Carrizal y Marfuz por el Este.

Aunque muchas opiniones se han emitido sobre el significado de la voz aborigen "agua__", entendiéndola como se se tratara castellana y referida al preciado líquido, e inclusive asociándola a la voz arábiga "gua__" contenida en el nombre de muchos ríos peninsulares, particularmente algunos andaluces, no está nada claro que así sea.



Camino Real (Patrinet)
Se conocen otros topónimos aborígenes como Aguamarfuz y Agualatunte, que por corresponder a nombres de barrancos también así lo fueran, pero con igual topónimo se conocía también el asentamiento en el cauce del mismo. Algunos autores sostienen puede aproximarse al signfiicado del término español de "madre" en su acepción 6ª «Causa, raíz u origen de donde proviene algo», significado amplísimo que puede ser utilizado para cualquier finalidad.


El texto que se añade a continuación describe el nombre que recibió y que perdura durante todo el s. XVI: «... y el término de la dicha Vega de Aguatona es desde el barranco de Guayadeque de esta villa y por arriba los cercados de Aguatona y por otro lado el barranco de Aguatona y por abajo la mar...».
 
Entre los miembros más destacados de la sociedad del s. XVI sobresalen, por sus posesiones en el antiguo lugar, el deán Zoilo Ramírez y el fiscal de la Inquisición, Juan Fullana. Las tierras de regadío se destinan, en su mayoría, al cultivo de la caña de azúcar, viñedos, frutales y hortalizas, por este orden. Es en este paraje donde se ubicaría el ingenio azucarero, y en torno a él un primitivo poblado de casas y una ermita que conformarían lo que hoy es el casco del municipio.


Barranco de Aguatona (Google earth)
Si queda bastante documentada la ubicación en la gran Vega de Aguatona de los ingenios azucareros que luego crearían el topónimo para el asentamiento castellano que daría nombre después al moderno municipio. Así era mencionado en un contrato de 24 de julio de 1528 para el corte y acarreo de leña del protocolo del escribano Cristóbal de San Clemente:

«Alonso López, labrador, vecino, se concierta con Alonso de Illescas y el bachiller Hernando Ortiz, vecinos, para cotar y acarrear la leña que fuere necesaria para el ingenio de Aguatona en la zafra de 1529, también para cocer axúcares blancos como espumas y refinados, y para las necesidades del horno, cocina y despensas. Tambien se obliga a acarrear toda la caña que se hubiere de moler en el ingenio y que se cortare en la cámara y heredamiento de Agüimes, todo en cantidad suficiente para cocer a diario 8 calderas.



Ortofoto (IDEE Instituto Geográfico Nacional)
Illescas y Ortiz se obligan a darle cortadas y atada la caña, a pagarle 3.523 maravedíes por tarea de 8 calderas de la medida de la caldera de cocer que Juan Carreta tuvo asentada en el ingenio en la zafra del 27. Darle una hanega de trigo y 4 reales viejos al mes para cada almocrebe que llevase 4 bestias, comenzando a contar desde que comenzare a acarrear la leña y caña, dar de comer a los almocrebes de la despensa, y   dar dos batideros de remiel cada día para cada recua de 4 bestias ...» (LOBO CABRERA, M. Y OTROS: Los usos de la madera: recursos forestales en Gran Canaria en el siglo XVI, Las Palmas de GC, 2007).



Localización (Espacios Naturales Gran Canaria)

AGUALATENTE Y AGUALATUNTE (SAN BARTOLOMÉ DE TIRAJANA)

Agualatunte es considerado por muchos topónimo aborigen, y Agualatente una corrupción del anterior. Otras fuentes sostienen que es un topónimo aborigen que se ha castellanizado añadiendo la voz "agua", si bien es una voz que forma parte de otros topónimos aborígenes. Con estos topónimos se produce una confusión y corrupción. Se trata realmente de dos caseríos. El mayor es el situado al naciente del barranquillo de Las Rosas, que es conocido como «Agualatente»; y el más pequeño, al poniente del mismo barranco, es conocido como «Agualatunte».


Naciente y estanque Agualatente (Patrinet)
Según algunas fuentes, el primitivo nombre es «Agualatunte», que en su denominación aborigen castellanizada es una palabra compuesta de dos voces: "aguala" y "tunte", haciendo referencia esta última al poblado aborigen de las Tirajanas que dio origen al nombre del lugar. Estas mismas fuentes consideran que la denominación "Agualatente" es una corrupción del primitivo nombre, posiblemente entendida desde la hipótesis de que de las aguas del ya histórico "Heredamiento de Agualatunte", pasó a quedar "latente" palabra que según el DRAE tiene un significado de «Oculto, escondido o aparentemente inactivo», y que fundamentaba dicha denominación.

El caserío mayor está situado junto a la carretera, entre El Sequero y La Culata (GC-854), al pie de la llamada La Culatilla, donde el relieve da un salto de altitud pasando de los 1.192 metros a los 1.094 en el caserío, que tiene al oeste el barranquillo de Las Rosas, como se ha dicho con anterioridad, y al este el del Horno de la Teja, que convergen más abajo del caserío al convertirse en tributarios del de Tunte. El caserío menor, algo separado de la carretera, se encuentra situado por debajo de Las Rosas y tiene al este el barranquillo de Las Rosas, como se ha dicho con anterioridad, y al oeste el de la Audiencia o barranquillo Seco.



Localización (IDE Gran Canaria)

AGUADULCE, PLAYA DE (TELDE)

Actualización: 2013/07/18
Curioso topónimo para corresponder a una pequeña cala de arena de unos escasos 140 metros, situada en la vertiente nororiental de la península de Tufia. Se trata de un topónimo relacionado con las derrotas marinerass dado que informaban de los lugares donde podían realizarse aguadas para el suministro de las embarcaciones.

En este caso de Telde, el topónimo es debido a que en este lugar desaguaba una mina o galería del barranquillo de la Esquila, al igual como ocurre con el mismo topónimo en Agaete y Las Palmas de Gran Canaria.


La cala del fondeadero (clubrural-com)
El de Agaete se sitúa al norte de la playa del Risco, en el desaguadero del barranquillo de la Campana, topónimo que se relaciona con los aprovechamientos hidráulicos para la ventilación de galerías y minas; y el de Las Palmas, entre San Cristóbal y la playa de la Laja, en el desaguadero del barranco del Salto del Negro, formando una pequeña playa que popularmente los lugareños llaman del Chorrillo.

Panorámica de la playa (José Verona)
La demolición en 1995 de las chabolas que se habían construido en el frente rocoso ocupando la casi totalidad de la playa, dejaron al descubierto una cavidad con sedimentos de arena de distintos niveles, localizándose además de fósiles de fauna marina y terrestre restos de cerámicas pintadas y material lítico de procedencia aborigen.

Horno de cal (Patrinet)
La importancia de este yacimiento arqueológico según las investigaciones realizadas es que su datación en los sedimentos más bajos se situan según las primeras fuentes entre los siglos II y III a.C., si bien otras fuentes en base a las conchas marinas encontradas las situan en los siglos IV y VI de esta era. Esta datación de muchos siglos atrás contrasta con la del cercano poblado de Tufia que se estiman corresponden al último siglo antes de la Conquista castellana.

Localización (Espacios Naturales de Gran Canaria)

domingo, 25 de marzo de 2012

AGAZAGA Y AGAZAL (GÁLDAR)

Actualización: 2013/04/02
El primero es topónimo aborigen que aún se conserva en la cartografía insular, del que deriva el segundo que coexiste en la cartografía moderna. Este moderno caserío se encuentra situado junto a la carretera de Las Cruces a Juncalillo (GC-220).


Vista (hachePH)
El topónimo está documentado desde muy antiguo y probablemente era así conocido su entorno y está prácticamente en la frontera de lo que se conoció como Dehesa de Pico Viento, tierras concejiles que se incorporaron a los Propios del Ayuntamiento con la promulgación de los ayuntamientos constitucionales en el siglo XIX.

Panorámica (IDE Gran Canaria)
Aparece en documentos del s. XVII, concretamente en el testamento del Maestre de campo y Regidor Perpetuo Gonzalo Cabrejas Bethencourt, de 18 de enero de 1695, donde declara ser propietario de 16 fanegas y 6 celemines que son «3ª parte del Cortijo del Agazal con agua para su riego, derecho de albercón y una casa de alto y bajo y 3 cuevas» y que había heredado, deduciéndose por tanto que el cortijo era de aproximadamente cincuenta fanegas, pues su hermano Juan, capitán, en su testamento de 2 de abril de 1703 declara ser propietario de otra tercera parte.

Cultivos (hachePH)
Próxima a este lugar hubo una antigua mina de agua, ya abandonada por agotamiento del barranquillo que la generó en el subsuelo que correspondía al Heredamiento de Aguas del Agazal, que posiblemente aflorada de la vertiente de la montaña Pico Viento.

La evolución de la voz aborigen Agazaga se convirtió en Agazal, término que pudiera estar influenciado por el castellano ‘aguazal’ o «sitio bajo donde se detiene el agua llovediza» (DRAE). Pero no ha acabado ahí, pues incluso dentro del  lugar de Agazaga se localiza el topónimo de “La Gaza”, posiblemente porque algunos entendieron se podía deber a la presencia de ‘gazas’ o  urracas, ave algo similar al cuervo, pero fácilmente distinguibles por sus parcial plumaje blanco.



Localización de Agazaga (Espacios Naturales de Gran Canaria)


Localización de Agazal (IDEE Instituto Geográfico Nacional)


AGAETE, MALPAÍS DE


A la salida del pueblo de Agaete hacia el valle, sobre una colada lávica que discurre por el mismo cauce del barranco, puede observarse una de las necrópolis de túmulos más importantes de toda Gran Canaria, conocida como el Maipés de Arriba.

Vista (Cabildo Insular  de Gran Canaria)
Se trata de un amplio espacio funerario, que ocupa más de un kilómetro cuadrado de superficie, conformado por un número muy elevado de sepulcros en escoria, próximo al medio millar en la zona de Hoya del Álamo y Acusa Seca, el poblado troglodita aborigen ha sido reutilizado hasta hace unos años. Varias de las momias encontradas allí están en el Museo Canario: cuatro varones, dos hembras y un niño, todos ellos envueltos en esteras de junco y sacos de pieles de cabra. Otra se la llevó el Dr. Verneau a un museo de París. Entre todas las construcciones de Acusa Seca cabe destacar la Cueva-Ermita, fácil de distinguir del resto por presentar un hueco sobre la puerta a modo de claraboya, en donde, según cuenta la tradición, había instalada una campana. Es probable que esta cueva-ermita tenga su origen en la entrada de los franciscanos que, a mediados del s. XIV, se establecieron en el lugar. Al parecer, primero fue advocación de San Juan y luego de la Virgen de La Candelaria hasta 1675, año en el que se decide construir una nueva ermita.

En la mayor parte de los casos, corresponden a túmulos compuestos por amontonamientos de piedra, normalmente de planta circular o elíptica, si bien pueden observarse algunos de tendencia cuadrangular, coronados en algún caso de un torreón circular en el que se alternan piedras de diferente color. El tamaño y la complejidad estructural de estos edificios sepulcrales varían considerablemente, mostrándose evidentes diferencias entre ellos, lo que pudiera ser reflejo de desigualdades sociales entre los individuos que allí recibieron sepultura.



Localización (IDEE Instituto Geográfico Nacional)

AGAETE

Municipio situado a 36, 2 kilómetros de la capital provincial e insular, en una altitud media de 43 metros sobre el nivel del mar, y de 45,50 kilómetros cuadrados de superficie que representa el 2,9% del total de la isla. Topónimo aborigen.

En la época prehispánica constituyó un asentamiento poblacional que explotaba agrícolamente los recursos de los cauces de los barrancos de Guayedra y Agaete, con agrupaciones más importantes en el primero, lo que confirma la gran cantidad de yacimientos arqueológicos en la zona. Ya en los tiempos de la conquista de Gran Canaria, sucedida a finales del s. XV, se llevó a cabo una importante incursión a través del puerto de Las Nieves, con el fin de completar la conquista de la zona norte de la isla. Las crónicas de la Conquista hacen referencia al poblado principal del bando o cantón aborigen asentado en el actual término municipal de igual denominación, en la banda de poniente de la isla. El topónimo prehispánico aparece como Lagaete durante todo el período moderno, para retornar posteriormente a su primitivo origen. 

Vista (Ayuntamiento)
Las investigaciones arqueológicas realizadas hasta el momento sobre un patrimonio que ha sufrido un deterioro continuado a lo largo de los siglos, atestiguan la riqueza de su sociedad aborigen. Destaca la gran necrópolis del Maipés de Agaete, con más de un millar de túmulos, cuyo trazado reproduce el modelo tumular característico de las áreas de malpaís. El segundo enclave arqueológico se encuentra en el Valle y en Guayedra, donde se han aislado los distintos modelos de ocupación del territorio: hábitat en viviendas de superficie y en cuevas naturales, así como cuevas funerarias y enterramientos tumulares. Por último, otros conjuntos de gran interés son las cuevas de habitación de El Juncal y del Moro, esta con arte rupestre, o la de Bisbique. con silos o graneros abiertos en la roca.

El conquistador Pedro de Vera dispuso la construcción en Agaete de una torre o fortaleza desde la cual someter la resistencia indígena en una maniobra de tenaza que supondría el principio del fin de la resistencia de los canarios. Al frente de esta casa-fuerte se puso a Alonso Fernández de Lugo. Concretamente en el año 1481, la Villa constituyó un enclave crucial desde el cual los castellanos, a través de su puerto natural, el conocido hoy como Puerto de las Nieves, conquistaron la isla. Este puerto fue el elegido por los castellanos para arribar sus flotas y proceder al apresamiento del Guanarteme de Gáldar, jefe aborigen con gran preponderancia política en todo el centro y oeste insular, que los europeos identificaron con un rey por el modo de gobernar. 


Casa Fuerte (Bienmesabe-org)
Esta torre fortificada sirvió como base de operaciones y más tarde se la denominó Casa Fuerte o Torre Fortaleza. La citada torre tuvo como primer alcaide a Alonso Fernández de Lugo, futuro Adelantado de Tenerife y La Palma, cuya gesta más importante fue la captura negociada del guanarteme de Gáldar, Thenesor Semidán, quien, posteriormente, fue bautizado con el nombre de Fernando Guanarteme por los Reyes Católicos y ejerció el papel de mediador entre los castellanos y los canarios.


Tras la Conquista, que finalizó en 1483, Alonso Fernández de Lugo fue erigido como alcalde de Agaete y gobernador de esta zona. Fue la devoción a la Virgen de las Nieves, traída por el propio Fernández de Lugo, la que más tarde dio nombre al lugar, Puerto de Las Nieves. En el repartimiento de tierras, recibió la familia de Alonso las mejores tierras y más ricos manantiales de este valle.
Ermita S Sebastián (Infonortedigtial-com)

La llegada del genovés Antón de Cerezo y su hijo Francisco Palomares a Agaete lo fue por la compra que hicieron de los viñedos e ingenios azucareros de Alonso de Lugo.
Por real orden del 28 de diciembre de 1493, Alonso de Lugo obtuvo licencia para la conquista de Tenerife y financiación para el primer desembarco, realizado en marzo de 1494, del genovés Francisco Riberol, al que hizo partícipe de los beneficios de dicha conquista. Habiendo fracasado en este primer intento, buscó nuevamente financiación para un segundo desembarco y, en Sanlúcar de Barrameda, llegó a un compromiso con Juan de Guzmán, Duque de Medina Sidonia, garantizándole la mitad del botín en la conquista.

Francisco Riberol, habitual del puerto de Sanlúcar, no tardó en enterarse y, dándose por estafado, firmó requerimiento contra Alonso de Lugo, que le fue notificado en la Villa Real de Las Palmas. Para salir del apuro, vendió su propiedad en el valle de Agaete, plantada de caña dulce y frutales, con «cerramientos», «portones», vivienda, molino de pan, cuadras, ingenio, 200 arrobas de azúcar y 40 de confites en el almacén, a un mercader genovés residente en Valencia, quien compró a censo de 650.000 maravedís anuales, en moneda canaria, que pagaría directamente a Riberol. Extendió la escritura Gonzalo de Burgos, notario en Gran Canaria. La buena marcha de la actividad azucarera permitió la rápida repoblación de la zona, debido a la demanda de mano de obra tanto asalariada como esclava y, por otro lado, conectó el Puerto de las Nieves con los mercados europeos, especialmente con Holanda por el comercio del azúcar.



Huerto de las Flores (Fedac)
La venta de las tierras en Agaete serían confirmadas el 28 de febrero de 1496 cuando el comprador se obliga a pagar los compromisos de Alonso Fernández con los Riberol: «... Confirmación de la venta que Alonso de Lugo, gobernador de Tenerife y La Palma, hizo a Francisco Palomar, mercader genovés, vecino de Valencia, de noventa fanegas de tierra, un ingenio de azucar y un molino de pan en Agaete, con la condición de que éste pagase anualmente doscientas arrobas de azucar y cuatro arrobas de confite a Francisco de Riberol, marcader genovés. Van insertas la carta de merced a favor de Alonso de Lugo y la carta de venta, sus fechas: Santa Fe 20 de febrero de 1492, la merced; Real de las Palmas 9 de agosto de 1494, la carta de venta » (AZNAR VALLEJO, E.: Documentos canarios Registro General del Sello (1476-1517), Sta. Cruz de Tenerife, 1981).

A partir del siglo XVI, Agaete fue escala forzosa de las naves con destino al norte de Europa. En el s. XVII el asentamiento está tan consolidado que hasta el alcalde real se dedica al arrendamiento de casas. Existe una escritura del año 1656, donde el capitán Alonso Imperial, alcalde de Agaete y rentista de la zona, decía tener cuevas de morada en el cortijo del Carrizal de Tejeda, casa alta en Agaete y tres terreras al lado de la última. Tras este período de esplendor, Agaete sufre una crisis de exportaciones azucareras que dura dos siglos, concretamente hasta el XIX. Es en este siglo cuando vuelve a vivir otra gran época de esplendor comercial, especialmente por la introducción de la cochinilla y el tomate. Además, la construcción del muelle favorece el comercio con el resto de las islas.


Localización (Espacios Naturales Gran Canaria)


ADEJE, VUELTAS DE (SANTA LUCÍA DE TIRAJANA)

Actualización 1-nov-2016
Topónimo con el que se conoce el territorio pastoril y montañoso más septentrional del municipio, junto a los riscos de la antigua Sierra, las actuales Cumbres de la isla. Son claros los indicios de su histórico aprovechamiento por donde discurría el camino Real que unía el Lugarejo de Santa Lucía con los altos del barranco de Guayadeque, a través de las Vueltas de Adeje, los Cascajales y la Calderilla, muy utilizado para la trashumancia de los ganados de cabras y ovejas en busca del pasto verde cuando llegaba el estío del verano.


Montaña de Adeje Gran Canaria (Patrinet)
Sorprende la antigua denominación de "vueltas" a un quebrado camino que va serpenteando, lo que hoy entendemos como andar en zigzag, para salvar el ascenso/descenso en un territorio montañoso, al que hemos de añadir el inconveniente del sustrato calizo erosivo, que por las señas que se documentan a continuación eran del tiempo de los aborígenes, es decir, de la prehistoria de la isla de donde se le llaman "viejas", circunstancia que nos aproxima a un tránsito obligado por estos parajes en aquellos tiempos.

Sobre el origen del topónimo primero hemos de destacar la mención del lugar en el repartimiento solicitado por Pero de Mendoça el 19 de diciembre de 1554, cuando al describir las tierras que pide dice:

«un pedazo de tierra que es en el termino de Tirahana en que podrá aber quarenta hanegadas de tierra de probecho poco mas o menos que son desde el barranquillo de la Fortalesa del Lugarejo el barranquillo abajo hasta la açequia e canales por donde pasa el agua del dicho Lugarejo e de ay adelante a dar a la Hoya que dizen de la Sebada e serca della e deay por debaxo de la dicha çerca cortando por el canto de debajo de la dicha çerca a dar al barranquillo que dizen de San Luzia e Higueral e alindan las dichas tierras por la banda de arriba con los Riscos de las bueltas biejas de Temysas e por el lado de arriba con el barranquyllo de la dicha Fortalesa …» (RONQUILLO RUBIO et AZNAR VALLEJO, 1998, p. 590).  

Las curiosas vueltas del camino aborigen en Adeje (Google Earth)
Ha de advertirse la clara referencia a “los Riscos de las bueltas viejas” que alude directamente a lugares con asentamientos de aborígenes, topónimo que luego evolucionaría con la adición del término Adeje, que se proyecta también sobre el territorio que rodea a las Vueltas, que denota la existencia de algunos paralelismos parecen darse en Gran Canaria con los topónimos de los nueve menceyatos de la isla de Tenerife, y particularmente con Taoro, Tegueste, Anaga, y Adeje, como lo es en este caso. Del primero, lo tenemos en la antiguo voz del actual Tauro; el segundo, lo encontramos en un pago de Gáldar cerca de la Hoya de Pineda; tenemos después las Cuevas de Anaga en el barranco del Pinar de Moya; y por último este de Vueltas de Adeje. Todos ellos guardan relación con los aborígenes deportados de la isla de Tenerife a Gran Canaria (BETANCOR QUINTANA, 2003).

Al margen de que estos territorios y menceyatos de Tenerife fueron conquistados y dominados por Alonso Hernández de Lugo, que conoció de estas tierras y luego volvió ocasionalmente a ellas, algunas fuentes hablan de la presencia  en esta isla de guanches de Tenerife que fueron deportados y obligados a asentarse aquí.

Corral (Fedac)
Concurren en estos casos algunos paralelismos, al encontrarse en ellos yacimientos arqueológicos de singular importancia, como lo son los que han llegado a nuestros días de Tauro y el Adeje grancanario. Del primero de Tauro, de su yacimiento nos ocupamos en su entrada y destacan los arqueólogos que son de notable importancia.

En el caso de las Vueltas de Adeje, la ficha arqueológica de Patrinet localiza en la montaña homónima un conjunto de cuevas naturales y artificiales de habitación y funerarias, integrado por más de 45 unidades. El primer grupo se emplaza en la vertiente, agrupando varias cavidades de diferentes dimensiones y morfologías, de las que varias se encuentran completa o parcialmente sepultadas, por los desprendimientos. Algunas de la cavidades artificiales presentan silos excavados en el suelo y en las paredes.

En dos cuevas artificiales de pequeñas dimensiones muy próximas entre sí, se localizan también abundantes cazoletas, de entre 10 y 20 cm. de diámetro, que se unen mediante canales. En una de ellas de  planta irregular, en la pared del fondo se contabilizan unas 12 cazoletas. También próximo a la cima del conjunto se localiza una plataforma de toba en la que también se identifican cazoletas y canales y en la pared contigua de la citada plataforma se documenta una estación de grabados rupestres de motivos geométricos.

Cuevas del Adeje grancanario (Patrinet)
En la vertiente noroeste se localizan diversas cuevas naturales dedicadas a sepulcro, parte de ellas sepultada por los intensos fenómenos de desplomes que afectan a la unidad de acogida.  Su grado de fragilidad y estado de conservación es medio por la alteración que significa los intensos episodios de desprendimientos que afectan a las cavidades y con menor significación la reutilización histórica de este espacio.

Integran el conjunto estructuras de piedra de cuatro construcciones alineadas en un eje norte-sur, compartiendo parte de sus muros, localizadas bajo un gran solapón natural. Las construcciones están constituidas básicamente por un doble paramento de piedra seca relleno de cascajo de dimensiones pequeñas, con muros bastante regulares de dimensiones medias de en torno 1,25 metros de ancho, 0,7 metros de altura conservada y casi 8 metros de largo. Las bocas de acceso a las estructuras se encontraban en el momento del informe completamente derruidas y su interior casi completamente colmatado por las piedras.

Observemos ahora los paralelismo que se dan en el yacimiento de la montaña conocida por Torre del Conde en Tenerife, a partir de la ficha arqueológica para el expediente de delimitación del entorno del "Bien de Interés Cultural" con categoría de Zona Arqueológica (atan-org/patrimonio, diciembre 1999).

Torre del Conde de Adeje - Tenerife (laspain-com)
«... en el lado de Adeje, las unidades arqueológicas se distribuyen por la base de la montaña: entre Morro Meceño y Morro Negro, donde se localiza una serie de yacimientos bien conservados, de gran interés científico y patrimonial.

Se trata de una estación de grabados rupestres catalogada en la Carta Arqueológica de Adeje, una cueva sepulcral y dos pequeños grupos de cabañas. En cambio, por el lado de Arona, la distribución está ordenada, de manera que los yacimientos más numerosos, las estaciones de grabados rupestres, se alinean en los diques fonolíticos exhumados a los pies de la ladera del Roque del Conde, desde Risco Bisechi, hasta media ladera, donde quedan interrumpidas por una banda intrusiva de tobas pumíticas. Estas son prolongación de las estaciones del Barranco del Rey, lo que en conjunto delimitarían por el lado de poniente el conocido Valle del Ahijadero. Próximo a las estaciones se registran construcciones que pueden ser asimiladas como fondos cabaña, no todas con el mismo grado de conservación.

Por el noreste, se suceden tres grandes estaciones de cazoletas y canales, entre las que destaca la de Los Frailitos, por ser una de las de mayores dimensiones de la isla y contar con una compleja trama de canalillos asociados a variedad de cazoletas. Las tres están en perfecto estado de conservación ».

Es oportuno aclarar que la  partición de la isla de Tenerife en nueve reinos entre 1442 y 1453 es a partir del reino único de Adeje (ÁLVAREZ DELGADO, J. (1985). "La división de la isla de Tenerife en nueve reinos", Anuario de Estudios Atlánticos, núm. 31. Las Palmas de Gran Canaria: Ed. Cabildo de Gran Canaria, 61-132). Y por último, volver a reseñar las coincidencias que se dan en los yacimientos arqueológicos de iguales topónimos en Gran Canaria y Tenerife: poblado de montaña, cuevas de habitación, cuevas sepulcrales, grabados rupestres, además de cazoletas y canales. Probablemente algo más tuvieron en común sus moradores.

Localizacíón (IDE Gran Canaria)