domingo, 2 de septiembre de 2012

SILVA, CUESTA DE (SANTA MARÍA DE GUÍA)

Topónimo con el que se conoce la pronunciada rampa del poniente donde concluyen en un mismo cauce los barrancos de Valerón y Calabozo para desaguar en San Felipe.

El topónimo tuvo su origen cuando en el año 1460 el portugués Diego de Silva, yerno de Diego de Herrera, se dirigió al norte de de la isla buscando aventuras. Dividió su escuadra para desembarcar simultáneamente en las calas del Bañadero (sic) y Sardina. Imprudentes y desconocedores del terreno, tanto él como sus militares, llegaron al extremo de verse acorralados en un gran cerco de piedras, donde los insulares ajusticiaban a sus reos.
Viaducto de la Cuesta de Silva (Guillermo Vega)
Salieron de allí con vida gracias a la bondad caballeresca del Guanarteme de Gáldar, quien imponiéndose a sus vasallos, condujo al portugués y a los suyos por una áspera vertiente que hoy se llama Cuesta de Silva hasta el lugar en que habían de embarcarse, entregando primero Silva a Guanarteme en señal de gratitud una espada sobredorada y otros regalos a los demás guayres.

Así lo cuenta la crónica: «Cuando los cristianos, a quienes acomasñaba en su marcha el guanarteme con un considerable trozo de canarios, quisieron acercarse al mar para embarcarse y empezaban a desfilar por aquel áspero camino, les ocurrió el recelo de que los isleños acaso los habían conducido a aquel paraje con traición, para precipitarlos impunemente. El mismo Silva no pudo ocultar al guanarteme su temor; pero, sonriéndose este principe al vele con el color mudado y burlándose de su injusto recelo, le presentó su brazo para que bajase apoyado sobre él, acción que imitaron sus vasallos con los demás españoles y portugueses.
Vista aérea (flyincanarias-com)
Antes de embarcarse regaló Silva al guanarteme una espada sobredorada y una caperuza de grana fina. A cada uno de los guaires o consejeros dio también una espada y alguna ropa, cosa que ellos apreciaban sobremanera. ¿Por ventura podía aquel portugués haber dado mejores pruebas de que no tenía ánimo de volverles a inquietar, que regalarles con armas defensivas? » (VIERA Y CLAVIJO, J.: Noticias de la Historia General de las Islas Canarias, Sta. Cruz de Tenerife, 1967)


Localización (Espacios Naturales de Gran Canaria)

sábado, 1 de septiembre de 2012

SILVA, BARRANCO DE (TELDE)

Topónimo con el que se conoce el barranco situado entre Las Salinetas y El Goro, del que recibe el topónimo un pequeño caserío y una playa, que tienen su origen en el conquistador portugués Diego de Silva, si bien no se tiene claro si es por la propiedad de tierras pues no se incluye como beneficiado en los primeros repartimientos de Pedro de Vera o por las gestas que realizó por estos lugares cercanos a la Torre de Gando.

Hay una mención clara en la data solicitada al Cabildo por Hernan Morón y Álvaro Rodríguez del 2 de cotubre de 1536 cuando piden: «...un pedaço de tierras de sequero que es adelante del barranco de Diego de Silva hazia Aguimes las quales dichas tierras son y comiençan desde la Atalaya hasta llegar a las tierras de Gonçalo Perez que estan a la banda de abaxo en que podria aver çinquenta hanegadas de senbradura poco mas o menos las quales son tierras que hasta agora no se an aprovechado de nadie ... » (RONQUILLO, M. Y AZNAR VALLEJO, E.: Repartimientos de Gran Canaria, Las Palmas de GC, 1998).
Almogaren (grantamaran-blogspot)
Para conocer cómo un portugués recaló por las islas, hay que remontarse a los antecedentes históricos de la conquista. En 1454 las conversaciones luso-castellanas en torno a la querella que tenían planteada por los derechos de conquista terminaron con una decisión del papa Nicolás V, quien en la bula Romanus Pontifex, señaló Portugal como zona de dominio de las costas occidentales de África entre el cabo Atlas Major y las desconocidas regiones de más allá del Trópico. El archipiélago fue asignado a la heredera de los condes de La Gomera, Inés Peraza de las Casas, casada con el sevillano Diego García de Herrera.

Este señorío feudal que podía explotar las islas colonizadas y conquistar las tres mayores, pasó por otra cesión en 1466 del débil Enrique IV de Castilla tras su segundo matrimonio con Juana de Portugal, que tuvo por beneficiario al portugués Diego de Silva y Meneses de Portalegre, surgiendo de nuevo un conflicto entre los dos países, problema que se resolvió con el casamiento pactado de Diego de Silva con María de Ayala, hija de los señores de las Canarias.

Por la proximidad de las Azores, la posibilidad de que las islas acabaran en manos de Portugal preocupaba a Isabel I de Castilla, quien al subir al trono hizo que la Corona adquiriese los derechos de conquista sobre Gran Canaria, Tenerife y La Palma en 1477, que pasaron a ser territorios realengos.
Almogaren (grantamaran-blogspot)
Silva había realizado intentos de arribar a Gran Canaria, bajo bandera de la Corona portuguesa, atacando y destruyendo poblados enteros; y otras incursiones para reconquistar las posesiones de la Corona de Castilla, como ocurriera con la ocupación de la Torre de Gando, que fue lo que motivó el pacto de su matrimonio con María de Ayala, hija de Herrera, para unir las fuerzas castellanas y portuguesas en la conquista. Después en la búsqueda de aventuras, durante la conquista hizo arribadas al norte de la isla, contándose muchas historias o leyendas de las mismas que dieron lugar al topónimo de la Cuesta de Silva.

Fue tanta la aportación del noble portugués Diego de Silva y Meneses de Portalegre, que en los repartimientos tras la conquista resultó beneficiado por los méritos a su favor con tierras en Telde que serían el origen de este topónimo.
Cuevas de Silva (Fedac)
El barranco era territorio y asentamiento aborigen, y así se localizan hasta siete zonas arqueológicas claramente diferenciadas. La conocida como Cueva de las Huesas, conjunto de cuevas excavadas en la toba, de las cuales destaca una de grandes dimensiones con cuatro huecos y una pequeña cueva adosada, a las que se accede por unos pasos labrados en la toba.

Pero quizás las más conocidas sean las Cuevas de Calasio, grupo de ocho cuevas artificiales realizadas por el hombre mediante excavación en la toba y comunicadas entre sí, asociadas a la necrópolis tumular en escorias volcánicas, situada cerca del cauce del barranco.
Cueva del Calasio (Mingole - Panoramio)
En el Lomo Melosal hay un grupo de cuevas artificiales también excavadas en la toba, reutilizadas en tiempos históricos a las que se asocia una serie de cazoletas labradas también en la toba.

Está también la denominada Cueva grabada de Silva-Jerez, cueva artificial excavada en la toba de planta semicircular, con grabados con motivos de vulvas, tanto en su interior como en su exterior. Las otras Cuevas de Jerez son un conjunto de cuevas artificiales distribuidas en tres niveles, en una de las cuales se observan bajo-rrelieves en forma de posibles grabados alfabéticos líbicos.
Playa (Turcón)
El conjunto del Almogarén del Jerez está compuesto por dos recintos: uno formado por una serie de canales y cazoletas asociadas a cuevas artificiales excavadas en una explanada delante de las mismas; en el otro destacan unos grabados alfabéticos excavados en la toba y asociados a unos canales.

Hay muchas referencias documentales a estos lugares en distintas épocas. El 26 de julio de 1680 el Capitán y prestamista Juan Matos y su mujer María González, cuando vfundan su mayorazgo vinculan treinta y siete fanegas y dos celemines de una «Finca de tierra labradía, riscos y “arrifes”, bajo de riego pero sin agua propia, denominada “Hoya de Silva”».

También el vínculo del Capitán de Infantería Cristóbal Ignacio Castrillo y su mujer Ana Hernández de Quintana, fundado el 30 de agosto de 1765, incluye entre sus bienes cuatro fanegas que habían comprado de una «Suerte labradía en la Hoya de Valdivieso y costa de Telde, junto al pago de Silva».


Localización (Espacios Naturales de Gran Canaria)

SILOS, LOS (GÁLDAR Y SANTA BRÍGIDA)

Actualización 22-mar-2016
Cuenta la crónica Ovetense de la Conquista atribuida a Jaimes de Sotomayor, según la redacción del  capitán Alonso de Xerez Cardona  de 4 de marzo de 1639, sobre los usos y costumbres de los aborígenes canarios: «... Ayudábanse unos a otros a senbrar, que en acabando uno auían de ayudar luego a su vezino hasta que acabase; araban con unos garabatos y senbraban sebada y la cojían y guardaban en vnos silos para su año

Más detalles daban las crónicas de Pedro Gómez de Escudero (1629-1695), quien decía sobre la misma materia: «Ayudabame unos a otros en sus sementeras, las tierras eran consejiles que eran suyas mientras duraba el fruto, cada año se repartian, tenían pósitos onde encerraban cebada y cosa de comer, y era de los frutos como diezmo que daban en aquel depósito para los años faltos y hacer repartimientos de limosnas. Tenian silos en los riscos y se conservaba el grano muchos años sin dañarse, lo cual ahora no puede conseguirse ni que le pique el gorgojo». 

Detalle de los silos del Cenobio de Valerón
El Cenobio de Valerón, es uno de esos silos al que en principio se le confundió con lugar de harimaguadas, por lo que se asociaba al conventual "cenobio" y al antro-topónimo del propietario de las tierras. También hay muchos en las islas asociados a sus cuevas trogloditas de habitación, y en muchos casos le llamaron los castellanos "cuevas de canarios" o figuradamente "palomares".

Por último, habían otros que los conquistadores tenían muy claro que eran graneros donde los canarios guardaban el grano o los frutos secos, y a estos llamaron "silos". Unos están perdidos como Lomo de los Silos, asociados al poblado de Guanchía en Teror y en la Vega de San Mateo, pero hay dos topónimos que aún desapareciendo los vestigios han perdurado en la historia, pues allí también llegaron a nuestros días los asentamientos poblaciones.

Los silos eran como muchas "hornacinas" que construían horadando la roca, para almacenar en ellos el producto de la cosecha, normalmente orientados de naciente-poniente, o al contrario, para que gozaran de mayor exposición al horario solar.

GÁLDAR
Topónimo con el que se conoce un caserío situado junto a la carretera San Isidro-Juncalillo (GC-220), que recibe su nombre por la antigua existencia de silos de factura aborigen, de los que quedan pocos vestigios en los solapones donde se localizaban.

«En donde llaman Los Silos hay unas amplias oquedades que los aborígenes utilizaban para guardar sus granos; de ahí el nombre del lugar. En estas cuevas se recogieron, hace una docena de años, objetos diversos, entre ellos unas figurillas de animales, ignorándose actualmente su paradero» (JIMÉNEZ SÁNCHEZ, S.: Excavaciones arqueológicas en Gran Canaria. 1942, 1943 y 1944, Madrid, 1946).

Hay una clara referencia documental a este caserío, pues se menciona su proximidad a la Hoya de Pineda al dar nombre a la ladera donde se encuentra. Es en el testamento de la mujer del Capitán Esteban Cabrejas Bethencourt, Agustina Botello Tello,  quien el día 27 de julio de 1750, dice tener setenta y siete fanegas y diez celemines de un «Cortijo denominado lomo de Pineda, en los Silos».

Vista (Google Earth)
Detalle del lomo de los silos (Google Earth)
Muy cerca y confundiéndose con el caserío de los Silos se encuentra otro caserío más moderno llamado Buenavista, que recibe su nombre por su situación en el lomo del mismo nombre, que ofrece una gran panorámica de toda la Vega de Gáldar.

Localización en Gáldar (Espacios Naturales de Gran Canaria)

SANTA BRÍGIDA
Topónimo con el que se conoce un caserío situado junto a la carretera Santa Brígida-Lomo Carbonero (GC-151) y en la margen del barranco de Alonso.

El lugar fue un referente geográfico importante en la antigüedad, donde los «caminos de los canarios», como eran llamados los de factura anterior a la conquista, fueron reconvertidos en caminos Reales.

Estanque (Fedac)
En las Ordenanzas del Concejo de 1531 cuando regulan «la guarda de las sementeras y vegas sembradas» y en concreto el deambular con puercos por los caminos, mencionan el lugar cuando dicen:

«Otrosy que los puercos no puedan andar en todo la defendido de estos mojones que aquí yrán declarados los quales vayan el primero desde una albarrada vieja que está encima de la Vegueta que dizen de Porras que Iinda con tierras de Castillo y de ay atravesar el barranco del agua a dar al lomo de las tierras de Caçorla y todo el lomo baxo del Gamonal a dar a unas cuevas de ganado de la de Juan de Sanlúcar e de ay el lomo abaxo a dar a los sylos al Lentiscal y de ay el camino que va a dar al yngenio del licenciado de la Coba y…».

Cantonera (Fedac)
En la data que solicita al Cabildo General el personero de la isla Alvaro de la Mata el 23 de marzo de 1540, da muchas referencias de los beneficiados con tierras en estos lugares y de sus aprovechamientos cuando dice:

«... que el a conprado de los Riberoles que resyden en Sevilla y en Genova çierta hazienda y en ella estan un sitio de yngenio e un molino e un parral e quinze fanegas de tierras de sequero donde dizaen el yngenio viejo que es en este barranco linderos el dicho barranco e tierras que fueron de Denis Afonso que agora son de Juan Marin y los Riscos y la questa que fue de Pedro Martin y asymismo conpro otro pedaço de tierra  de riego para cañas en Taçautejo que esta a la mano yzquierda del camino que va de esta çibdad a samta Virgeda que son dos suertes linderos al dicho can (sic) e por el cabo de arriba tierras de Juan de Ariniz escrivano mayor del cabildo y el barranquillo que dizen de Alonso de Troya e tierras que fueron de maestre Juan e son agora de Diego Diaz e ootro (sic) pedaço de tierra en el Llano de Taçautejo a man derecha del dicho cam linderos tierras de los herederos de Juan de Herrera e el camino que biene del yngenio de Diego Diaz a los Silos e tierras del dicho dotor e del cabo de arriba el açequia e el tiene y posee y a labrado en ellas como cosa suya ... » (RONQUILLO, M. Y AZNAR VALLEJO, E.: Repartimientos de Gran Canaria, Las Palmas de GC, 1998).


Caprichos volcánicos (Google Earth)
Otros dos repartimientos ocho años después nos aportan más detalles del lugar. Una del 13 de agosto de 1548, por manifestación que hacen los hijos del fallecido Bartolome Sanchez Chillon, Alonso Sanchez y Anton Sanchez Chillon, cuando dicen «... a nuestra notiçia es venido que por parte de Hernando Diaz de Moron se an pedido çiertas tierras junto al monte del Lantiscal e hasta alindar con tierras de Alonso de Troya e con tierra del dicho nuestro padre e por que el dicho nuestro padre tovo e a nos pertenesçe agora parte de la dichas tierras hasta en contia  de veynte hanegadas que son desde un camino del Gamonal por un lomo abaxo desçiende a la cabeçada del barranquillo que esta arriba de los Silos ençima de los mojones del Lantiscal do esta una palma seca e de ally a dar a las tierras de Montesinos que conpro de Cristobal Suarez e linde por otra parte con tierras de Alonso Troya e de ally hasta dar a las paredes de tierras que fueron de nuestro padre ...».

Y la del carpintero Diego de Pineda, del 19 de diciembre del mismo año 1548, pidiendo «... me hagan merçed de un pedaço de tierras que son de las cabeçadas del Lantiscal que lindan con los barranquillos de las tierras de Miguel Martyn y por la banda de arriba con tierras del dicho Miguel Martyn y de la otra vanda de azya a los Sylos tierras que dizen de Hernando Diaz de Moron y por la vanda de abaxo el Lantyscal con aguas bertientes a los Riscos donde esta el majano sobre el Risco Frontero de los Sylos ...».

En el risco del lomo junto al barranco, de los silos prehispánicos no queda vestigio alguno, quizás debido a la reutilización de las cuevas para otros fines o por los desprendimientos, que nos han dejado al descubierto aflorando los caprichos de la naturaleza volcánica.

Siglos después el topónimo aparece consolidado en documentos como el testamento del matrimonio de Juan Hernández de Quintana y Juana Suárez realizado el 31 de agosto de 1765, quienes incluyen entre sus bienes una fanega de un «Cercado de tierra en los Silos de La Vega».


Localización en Santa Brígida (Espacios Naturales de Gran Canaria)

SIETE PUERTAS (LAS PALMAS DE GC)

Topónimo con el que se conoce un pago y un barranquillo que es tributario del barranco de Guiniguada, situados al noroeste de La Calzada, llegándose al primero por su carretera de acceso (GC-322) desde la carretera De La Calzada a Santa Brígida por La Angostura (GC-320), en la intersección que hay tras superar el puente de La Angostura.
Cantera (Patrinet)
El topónimo de Siete Puertas aparece en el siglo XVIII, cuyo origen pudo haber sido las "siete puertas" o entradas de las que disponía la cantera de piedra, pues del vaciado interior se extrajo piedra para la Catedral de Santa Ana entre 1799 y 1810 y para la construcción de muchos bancales.

Antes de este tiempo, todo el entorno era conocido con el primitivo topónimo de Puerto de las Galgas, aunque a veces aparecen al mismo tiempo ambos topónimos. La palabra «galga», entre los canarios del siglo XVI, tenía un significado totalmente diferente al actual, aunque en castellano tiene varias acepciones relacionadas con piedra y en gallego significa «piedra que rueda monte abajo». 

Desde principios del siglo XVI en el Puerto de las Galgas se dedica gran cantidad de tierras al  cultivo del trigo, y en sus laderas septentrionales más cercanas al barranco del Agua se encontraban algunos ingenios azucareros y cañaverales.
Cantera (Fedac)
En un documento del año 1742 se dice: «… dejan el cercado de viña y árboles que llaman de Siete Puertas, que está en el Puerto de las Galgas…». Ambos topónimos van a convivir a lo largo del siglo XVIII, pero con el paso del tiempo se irá perdiendo el de Puerto de las Galgas

En el mismo año el Alcaide de las cárceles del Tribunal del Santo Oficio de la Inquisición, Francisco Naranjo de Quintana, decía que junto a sus casas de Siete Puertas tenía empezada la obra de una ermita que iba a ser dedicada a San Pedro Mártir, exigiendo de sus herederos debían terminar la obra.
Vista (Google earth)
También está documentado el topónimo en escrituras de los bienes que fueron del Hospital de San Martín, procedentes de una obra pía, donde aparecen tres fanegas y tres celemines de un «Cortijo en Siete Puertas con casa, alpende y 7 horas de agua del Heredamiento del Bucio con frutales» que salieron a remate el 28 de mayo de 1859 y fueron vendidas a José Jiménez el 14 de noviembre del mismo año por el precio de 107.000 reales de vellón.


Localización (Espacios Naturales de Gran Canaria)